En el primer post sobre fotografía industrial se hablaba de algunos fotógrafos reconocidos que a lo largo de su trayectoria, fijaron su atención en la industria como sujeto fotográfico. Salvo el caso de Edward Burtynsky, la fotografía industrial no es la principal temática fotográfica de estos autores, sino un sujeto más que a lo largo de su trayectoria trabajaron.
El caso de Bernd y Hilla Becher es diametralmente opuesto, su obra se basa en series de fotografía industrial, con catálogos completos sobre elementos industriales. Durante cinco décadas se dedicaron a catalogar elementos industriales en forma de series fotográficas de distintas tipologías.
Ambos, nacidos en Alemania, se conocieron en la academia de Arte de Düsseldorf, y fue allí donde se interesan por los vestigios arqueológicos frente a la edad industrial. Les interesaban las instalaciones industriales amenazadas de demolición. Posteriormente, en el año 1961 se casarían y a partir de ahí trabajarían como un tándem perfecto, los Becher.
Desde su punto de vista, si bien, estos elementos tenían una función muy concreta, no había ningún descuido formal o de diseño, y las formas tenían un interés casi escultórico. Este interés fue el que les llevó a documentar gráficamente estas estructuras en peligro de extinción y convertirlas en “documentos nada románticos de estructuras históricas”.
Fueron muy rigurosos en los límites de su obra:
- En la parte temática se centraron en series de elementos industriales como, graveras, torres de refrigeración, depósitos de gas y agua, silos, naves industriales, etc…
- En lo formal también establecerían límites muy concretos en la aproximación de sus motivos fotográficos.
Su estilo, objetivo y casi científico surgió en respuesta a la estética fotográfica subjetivista, melosa y sentimental que surgió justo al terminar la segunda guerra mundial. Con una postura “a-estética” pues la intención del dueto era tan funcional como la de las construcciones que capturaban.
Características de su fotografía:
– Cámara de cajón de gran formato con negativos de 8×10”: su gran tamaño combinado al gran rango tonal que ofrecía, permitía visualizar el más mínimo detalle de los elementos fotografiados. Además, la condición de ejecución de una fotografía con esta herramienta, de grandes dimensiones y que requería tiempos de exposición relativamente largos suponía una preparación y unas autorizaciones previas importantes.
– Fotografía frontal: se decantaron por una fotografía frontal descriptiva, sin ángulos interesantes pero sí la óptima para que documentalmente no hubiese lugar a distracciones.
– Elementos centrados y ahogando del encuadre: es una forma de evitar el ruido del caos de instalaciones que rodean a los elementos que ellos definieron como sujeto de sus fotografías.
– Luz en la ejecución de la foto: para lograr el mayor detalle las fotos se realizaban en días nublados por la mañana, para evitar sombras innecesarias al trabajar con luz difusa.
– Profundidad de campo: todo aparece perfectamente nítido.
– Ausencia de cualquiera figura humana.
– Constancia y disciplina en su obra: sin variaciones o desviaciones de importancia, esto hace que el trabajo a lo largo de 5 décadas se vea como una unidad.
En relación con el tercer concurso de fotografía, ingeniería industrial en la sociedad, queremos dejar constancia que se habilita la presentación de series, así como dípticos o trípticos que para el autor permitan explicar mejor la relación de la ingeniería industrial con la sociedad al igual que hicieron Bernd y Hilla en su labor documental a lo largo de 50 años. Sí que podrá pedirse la presentación de las fotografías individuales si el jurado lo estima oportuno.
Gas Tanks – 1983-1992
Towers – 1955
Water Towers
Water Towers
Winding Towers 1966-1997
Jesús Manuel Giz Novo
Ingeniero Industrial
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